Qué es el Párkinson

El párkinson es una enfermedad neurológica crónica y progresiva que afecta al sistema nervioso central.

Su principal característica es la pérdida gradual de neuronas encargadas de producir dopamina, una sustancia clave para coordinar el movimiento.

Esta pérdida neuronal se produce en una zona del cerebro llamada sustancia negra, ubicada en el tronco del encéfalo (la unión entre el cerebro y la médula espinal). Al disminuir los niveles de dopamina, el cerebro deja de enviar y recibir correctamente la información necesaria para realizar movimientos corporales con normalidad.

Aunque los síntomas más conocidos son motores —como el temblor, la rigidez o la lentitud de movimientos—, también existen síntomas no motores, como el dolor, la ansiedad, la depresión o los trastornos del sueño. Cada persona experimenta la enfermedad de forma diferente.

Aunque suele aparecer a partir de los 60 años, también puede manifestarse de forma temprana, incluso antes de los 40. En ambos casos la esperanza de vida es alta, siempre que no coincida su diagnóstico con otras enfermedades o trastornos.

A día de hoy, no se conoce una única causa. Se cree que influyen distintos factores, como la genética, el entorno o el envejecimiento. Tampoco existe una cura definitiva, pero los tratamientos actuales (medicación, rehabilitación y cambios en el estilo de vida) pueden mejorar notablemente la calidad de vida de quienes la padecen.

Es importante señalar que, aunque es una enfermedad neurodegenerativa, no es mortal en sí misma, y en la mayoría de los casos no reduce significativamente la esperanza de vida.

La enfermedad fue descrita por primera vez en 1817 por el médico británico James Parkinson, quien la denominó “parálisis agitante”.
Años más tarde, el neurólogo francés Jean-Martin Charcot le dio el nombre que hoy conocemos: enfermedad de Parkinson.

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